El precio de la hombría : el costo psicológico del machismo en los niños
Fecha
2024
Autores
Baena Restrepo, Catalina
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Editor
Universidad EAFIT
Resumen
Descripción
Objetivo. Identificar cuál es la significación de la masculinidad en un grupo de niños de 8 a 12 años criados en entornos machistas en la ciudad de Medellín. Método. Se realizó un estudio cualitativo descriptivo de corte transversal, el diseño de la investigación fue un estudio de caso basado en entrevistas semiestructuradas a 7 niños entre 8 y 12 años en la ciudad de Medellín. Resultados. Las imágenes de masculinidad reflejan una tendencia predominante a asociarla con estereotipos tradicionales de género, aunque algunas excepciones sugieren un cuestionamiento incipiente de estos roles rígidos. En la división de tareas en los hogares, persisten expectativas diferenciadas según el género, perpetuando desigualdades, pero algunas familias muestran una distribución más equitativa. Las figuras de autoridad promueven mayoritariamente una crianza igualitaria, sin marcada diferenciación de roles, aunque persisten algunos estereotipos masculinos tradicionales en ciertos aspectos. En la resolución de conflictos, se reflejan estrategias alineadas con las "nuevas masculinidades", priorizando el diálogo, la autorregulación emocional y el rechazo a la violencia, alejándose de patrones de masculinidad hegemónica y fomentando relaciones más sanas y equitativas. Conclusiones. Los resultados de la investigación permitieron confirmar que la significación de la masculinidad en un grupo de niños de 8 a 12 años, criados en ambientes machistas en Medellín, se encuentra en un estado de tensión entre una perspectiva más diversa y genuina y la permanencia de aspectos propios de los modelos tradicionales. A pesar de los esfuerzos por distanciarse de los estereotipos de género inflexibles, apreciando atributos como la responsabilidad y la libertad de expresión, todavía persisten características más conservadoras que vinculan la masculinidad con la sumisión a la autoridad y la exclusión de ciertas actividades. Del mismo modo, las representaciones y modelos de masculinidad tienden a consolidar estereotipos asociados con la fuerza y la competitividad. Esta dinámica también se manifiesta en las creencias, prácticas y mecanismos de socialización presentes en los entornos familiares, que continúan perpetuando diferencias significativas entre hombres y mujeres, influyendo en la manera en que los niños interactúan y perciben su propia identidad. Sin embargo, se aprecian algunos progresos hacia una concepción más abierta y adaptable de la masculinidad, lo que indica una evolución paulatina en el significado que estos niños atribuyen a su masculinidad.