Multidimensionality and the Validity of Deliberation
Fecha
2020-06-24
Autores
Gómez, Julder
Título de la revista
ISSN de la revista
Título del volumen
Editor
Universidad EAFIT
Resumen
Many deliberation problems are multidimensional: the arguments for and against the proposed solutions appeal to values that belong to different dimensions. Thus, for instance, the arguments in favor of the proposal to negotiate to solve the problem of a domestic armed conflict may draw upon peace, whereas the arguments against it may invoke justice. This enables spokespeople to accept the premises of an argument without committing themselves to agreeing to its conclusion and justifying such an argument by emphasizing the premises of the opposing argument. “Yes, a negotiation would reduce the number of deaths caused by political violence, but it would also lead to impunity; therefore, we should not negotiate.” If this situation were indomitable, the deliberation arguments could never be valid; they could never be such to the extent that the acceptance of the premises would force whoever accepts them to agree to the conclusions. In this paper, some of the answers to this problem are considered: the answers of Kock (2009), Govier (2010), and Olmos (2016) as well as the response of Macagno and Walton (2018). Furthermore, several issues found in these answers are pointed out, and in an attempt to provide a solution, a distinction is made between the cases wherein it is possible and those wherein it is impossible to overcome the problem of deliberation multidimensionality.
Muchos problemas deliberativos son multidimensionales: los argumentos a favor y en contra de las soluciones propuestas apelan a valores que pertenecen a distintas dimensiones. Así, por ejemplo, los argumentos a favor de la propuesta de negociar para resolver el problema de un conflicto armado interno pueden apelar a la paz mientras que los argumentos en contra pueden apelar a la justicia. Esto hace posible que los interlocutores acepten las premisas de un argumento sin comprometerse con su conclusión y que lo justifiquen haciendo énfasis en las premisas del argumento contrario – “sí, una negociación reduciría el número de los muertos por violencia política, pero generaría impunidad, así que no debemos negociar”-. Si esta situación fuera insuperable, los argumentos en la deliberación nunca podrían ser válidos, nunca podrían ser tales que la aceptación de las premisas comprometiera a quien las acepta con las conclusiones. En este artículo considero algunas respuestas a este problema: las respuestas de C. Kock, T. Govier, P. Olmos y la respuesta de F. Macagno y D. Walton; señalo algunos problemas que encuentro en estas respuestas e intento resolverlos distinguiendo los casos en que es posible de los casos en los que no es posible superar el problema de la multidimensionalidad en la deliberación.
Muchos problemas deliberativos son multidimensionales: los argumentos a favor y en contra de las soluciones propuestas apelan a valores que pertenecen a distintas dimensiones. Así, por ejemplo, los argumentos a favor de la propuesta de negociar para resolver el problema de un conflicto armado interno pueden apelar a la paz mientras que los argumentos en contra pueden apelar a la justicia. Esto hace posible que los interlocutores acepten las premisas de un argumento sin comprometerse con su conclusión y que lo justifiquen haciendo énfasis en las premisas del argumento contrario – “sí, una negociación reduciría el número de los muertos por violencia política, pero generaría impunidad, así que no debemos negociar”-. Si esta situación fuera insuperable, los argumentos en la deliberación nunca podrían ser válidos, nunca podrían ser tales que la aceptación de las premisas comprometiera a quien las acepta con las conclusiones. En este artículo considero algunas respuestas a este problema: las respuestas de C. Kock, T. Govier, P. Olmos y la respuesta de F. Macagno y D. Walton; señalo algunos problemas que encuentro en estas respuestas e intento resolverlos distinguiendo los casos en que es posible de los casos en los que no es posible superar el problema de la multidimensionalidad en la deliberación.