2021-07-262018http://hdl.handle.net/10784/30018Cuando aprendemos el lenguaje lo asumimos por fuerza de repetición, descubrimos como producir sonidos dependiendo de las posiciones de nuestros labios, lengua, movimientos faciales y acción del aire sobre nuestras cuerdas vocales, producimos fonemas y los asociamos a las realidades que percibimos. Cuando en un salón de clase, ya después de haber adquirido el lenguaje, nos muestran una tarjeta para indicarnos un color, aunque la profesora repite “rojo”, “rojo”, “rojo”, puede existir la duda de cómo percibe cada uno el color (incluso existe la certeza de variaciones en la percepción de algunos colores y tonos: daltonismo) pero entre todos surge una coherencia cultural: todos repetimos “rojo” al ver la tarjeta o al ver el color en el resto de nuestras vidas, aunque posiblemente lo veamos diferente. Es un código.spa¿Cómo impulsar el arte?info:eu-repo/semantics/workingPaperinfo:eu-repo/semantics/closedAccessAcceso abierto2021-07-26Restrepo Jaramillo, SergioLondoño Rivera, Ana MaríaGutiérrez Ardila, Marcela