2020-06-1119970120-341Xhttp://hdl.handle.net/10784/16412Quizás uno de los aspectos que más preocupa a la dirección de una empresa es la imagen que se proyecta de ella; las organizaciones invierten grandes sumas de dinero y esfuerzos en cuidar de su imagen, y en algunos casos todo este dinero y esfuerzo se desperdicia ya que no se considera como un propósito integrado a la cultura de la empresa y orientado a fortalecer la Calidad del Servicio, entendida ésta como todos los aspectos que tienen que ver interna y externamente con la organización: desde una simple respuesta en un conmutador telefónico hasta el servicio posventa y seguimiento al cliente. A todos nos es común casos de empresas que invierten, «malgastan», buena calidad de dinero en campañas de lanzamiento de productos, en creaciones de logotipo, en comidas para ejecutivos, pasarelas y demás artimañas de ventas; y después vemos cómo la misma empresa no da una respuesta oportuna a las solicitudes de los clientes, o si las da, se ejecutan a destiempo o no de muy buenas maneras; otras simplemente se limitan a despachar los pedidos con semanas e inclusive meses de retraso.application/pdfspaCopyright © 1997 Darío Parra R.articleinfo:eu-repo/semantics/openAccessTrabajo intelectual. Universidad EAFITCalidad totalAcceso abierto2020-06-11Parra R., Darío