Proceso de ASC - ESTUDIO DEL CICLO DE VIDA Y DISPOSICION FINAL DE BATERIAS DE VEHICULOS ELECTRICOS-FASE EXPLORATORIA

Resumen

The high levels of air pollution that have been documented in recent years in the country's main urban areas, consistent with global patterns, have prompted national authorities to consider tax incentives for mobility options that encourage environmentally friendly practices. These measures are designed to not only mitigate existing air pollution but also promote sustainability. As a result, there has been a significant increase in the purchase of electric vehicles. According to Andemos Colombia, as of January 31, 2019, there are 2,826 electric cars and motorcycles in Colombia, including 1,048 cars and 1,778 motorcycles, which is just 0.02% of the total 14,104,129 vehicles in the national fleet. However, some concerns focus on the future, as without proper planning, one problem could be replaced by another, or even worsen. Batteries, which are essentially chemical systems for energy production, are made of materials that can be difficult to recycle without the proper disposal processes, potentially leading to significant soil and water pollution in the future. This concern has raised questions such as: What will be done with the batteries from electric vehicles when they need replacement? How will they be recycled? What processes are necessary for the environmentally responsible disposal of these batteries? Therefore, the materials research group aimed to investigate the composition of these batteries more deeply and explore recycling methods to prevent further environmental damage.
La alta contaminación del aire que en los años recientes se ha podido constatar en los principales centros urbanos del país, de manera consecuente con lo sucedido en el resto del mundo, ha motivado a que las autoridades nacionales consideren la implementación de incentivos tributaRíos para opciones de movilidad que fomenten la incorporación de prácticas que contribuyan no solo con la mitigación de la polución del aire ya existente sino que sean más amigables con el medio ambiente. Es así como dichas medidas, han contribuido a un aumento considerable en la compra de vehículos eléctricos: “Según los registros de Andemos Colombia, al 31 de enero de 2019 ruedan en Colombia 2.826 carros y motos eléctricas, de los cuales 1.048 unidades corresponden a automóviles y las 1.778 restantes son motocicletas. Esto es, apenas un 0,02% de los 14.104.129 vehículos que conforman el parque automotor nacional”. No obstante, la preocupación de algunos se enfoca en el futuro, ya que, de no ser previsivos un problema podría cambiarse por otro e incluso empeorarse, dado que las baterías son básicamente un sistema químico a través del cual se produce energía. Como sistema químico, las baterías están fabricadas con materiales que pueden resultar difíciles de reciclar si no se cuenta con los procesos adecuados de disposición final, acarreando en el futuro problemas que derivan en la contaminación grave de suelos y aguas. Lo anterior ha motivado el surgimiento de preguntas como: ¿Qué se piensa hacer con las baterías de los vehículos eléctricos que están ingresando al país cuando toque cambiarlas?, ¿Cómo se piensan reciclar?, ¿qué procesos se requeriría implementar para una disposición final responsable y amigable con el medio ambiente de las baterías de estos vehículos?, entre otros cuestionamientos en este mismo sentido. Por lo tanto, el semillero de materiales se enfocó en investigar más profundo como es la composición de estas baterías, y como se pueden reciclar para evitar un golpe más grande a la contaminación del planeta.

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