3 estudios biográficos : Córdoba, Zea, Girardot / E. Posada, J. D. Monsalve, M. F. Suárez (Colección FAES)
Fecha
1961
Autores
Posada, Eduardo, 1862-1942
Suárez, Marco Fidel, 1855-1927
Monsalve, José Dolores, 1864-1935
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Editor
Medellín : Imprenta Departamental
Resumen
Descripción
"Sus primeros estudios los hizo Córdoba en la escuela de Rionegro, que dirigía el señor Manuel Bravo, cepa de una distinguida familia antioqueña, y luégo en un colegio al lado del sabio Caldas, a quien la guerra civil de los días de la patria boba hizo húir de la capital, y se había establecido en Antioquia, donde se le ofrecía bello campo para sus trabajos científicos, a mediados de 1813. Este hombe, lleno de bondad, patriotismo y sabiduría, puso, sin duda, en el corazón infantil de Córdoba los gérmenes del amor a la patria, de valor y de sacrificio que con tanta opulencia habían de fructificar luégo al calor de las batallas... Generando las grandezas de la Patria, con el noble orgullo que nos infunde el recuerdo de sus gloriosos días y con la satisfacción que sentimos al repasar la etapa inmortal de sus victorias, queremos contribuír con nuestro óbolo literario al concierto que se levanta en las Repúblicas Sudamericanas para festejar el primer centenario de su nacimiento en el mundo internacional. Y para dar pábulo a nuestro deseo, escogemos como tema una de las figuras en que con más refulgente brillantez se reflejaron las auroras de la Gran Colombia, y cuyo cadáver, al caer envuelto entre los pliegues del láboro nacional, acreditó la promesa más bien hecha y mejor cumplida que ante al Dios de los Ejércitos puede hacer quien se ofrece como víctima propiciatoria en el altar de las sublimes abnegaciones... Furto de tan feliz reforma fue la educación de don Francisco Antonio Zea, nacido en Medellín en noviembre de 1766, discípulo del sabio Restrepo y alumno del Seminario de Popayán, que produjo a los Torres y a los Caldas, a los Ulloas y Miguez Rodríguez. El principal carácter de Zea como hombre público es un patriotismo fervoroso servido por imaginación brillante, florida elocuencia, espíritu visionario y no muy experimentado ni juicioso. La época en que le tocó su papel, la escuela en que se formó, los estudios de su predilección, las peripecias de su vida, todo contribuyó a aquílatar en Zea aquellas dotes, altamente valiosas las más y muy benéficas, pero que alguna vez empañaron su vida arrastrándole a candorosas y patrióticas exageraciones"