CJ CheilJedang: a South Korean conglomerate promoting much more than k-style
Archivos
Fecha
2022
Autores
Veliz Portuguez, Rodrigo Enrique
Reyes Benz, Arlette
López Aymes, Juan Felipe
Título de la revista
ISSN de la revista
Título del volumen
Editor
Universidad EAFIT
Resumen
Descripción
Since the end of the 20th century, South Korea has succeeded in exporting cultural products that have attracted worldwide attention. This phenomenon has been an opportunity to make certain features of Korean culture internationally known and to build a positive image of the country abroad, which gives it advantages in global competition by associating its companies and products with values compatible with those of Western and Asian consumers. Among the most important Korean conglomerates in this line of business is the CJ Group, which was born from the separation of Samsung in the 1990s and whose companies are leaders in the cultural, media and entertainment industries. Thanks to K-style and a powerful international marketing strategy, CJ E&M has become one of the most recognized companies of the CJ Group, capable of influencing the aesthetic and cosmopolitan definition of certain lifestyles associated with the consumption of high-tech goods, cosmetics, and healthy products. The aim of this article is to present a case that shows how the expansion of a Korean conglomerate included the cultural industry among its business areas, with which it has spread worldwide and triggered spillover effects into other industries. The focus will be on the agency of conglomerates and their leaders as drivers of the internationalization of Korean culture, in particular the trajectory of CJ CheilJedang and how the four divisions within it leveraged their capabilities to create synergies that produce attractive brands and images in the international marketplace. The central argument is that the “Korean wave” owes its strength to the characteristics of Korea’s corporate system, which is, in turn, a result of Korea’s developmentalist political economy.
Desde finales del siglo XX, Corea del Sur logró exportar productos culturales que llamaron la atención mundial. Este fenómeno ha sido una oportunidad para dar a conocer internacionalmente ciertos rasgos de la cultura coreana y también para construir una imagen positiva del país en el exterior, lo que le da ventajas en la competencia global al asociar a sus empresas y productos con valores compatibles con aquellos de los con-sumidores occidentales y asiáticos. Entre los conglomerados coreanos más importantes en este giro de negocios está el grupo CJ, el cual nació de la separación de Samsung en los años noventa y cuyas empresas son líderes en la industria cultural, de medios y de entretenimiento. Gracias al k-style y una potente estrategia de marketing internacional, CJ E&M se ha convertido en una de las empresas más reconocidas del grupo CJ, capaz de influir en la definición estética y cosmopolita de ciertos estilos de vida asociados con el consumo de bienes de alta tecnología, cosméticos y productos saludables. El objetivo de este artículo es presentar un caso que muestra la manera en que la expansión de un conglomerado coreano incluyó la industria cultural entre sus áreas de negocio, con la cual se ha extendido mundialmente y ha detonado efectos de desborde hacia otras industrias. El foco se pondrá en la agencia de los conglomerados y sus líderes como conductores de la internacionalización de la cultura coreana, en particular en la trayectoria de CJ CheilJedang y la manera en que las cuatro divisiones que lo integran potenciaron sus capacidades para crear sinergias que producen marcas e imágenes atractivas en el mercado internacional. El argumento central es que la ola coreana debe su fuerza a las características del sistema corporativo del país asiático, el cual es, a su vez, resultado de la economía política desarrollista de Corea.
Desde finales del siglo XX, Corea del Sur logró exportar productos culturales que llamaron la atención mundial. Este fenómeno ha sido una oportunidad para dar a conocer internacionalmente ciertos rasgos de la cultura coreana y también para construir una imagen positiva del país en el exterior, lo que le da ventajas en la competencia global al asociar a sus empresas y productos con valores compatibles con aquellos de los con-sumidores occidentales y asiáticos. Entre los conglomerados coreanos más importantes en este giro de negocios está el grupo CJ, el cual nació de la separación de Samsung en los años noventa y cuyas empresas son líderes en la industria cultural, de medios y de entretenimiento. Gracias al k-style y una potente estrategia de marketing internacional, CJ E&M se ha convertido en una de las empresas más reconocidas del grupo CJ, capaz de influir en la definición estética y cosmopolita de ciertos estilos de vida asociados con el consumo de bienes de alta tecnología, cosméticos y productos saludables. El objetivo de este artículo es presentar un caso que muestra la manera en que la expansión de un conglomerado coreano incluyó la industria cultural entre sus áreas de negocio, con la cual se ha extendido mundialmente y ha detonado efectos de desborde hacia otras industrias. El foco se pondrá en la agencia de los conglomerados y sus líderes como conductores de la internacionalización de la cultura coreana, en particular en la trayectoria de CJ CheilJedang y la manera en que las cuatro divisiones que lo integran potenciaron sus capacidades para crear sinergias que producen marcas e imágenes atractivas en el mercado internacional. El argumento central es que la ola coreana debe su fuerza a las características del sistema corporativo del país asiático, el cual es, a su vez, resultado de la economía política desarrollista de Corea.