China's new multilateral statement: The Asian infrastructure and Investment Bank
Fecha
2016-12-29
Autores
Jaramillo Jaramillo, Santiago
Título de la revista
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Editor
Universidad EAFIT
Resumen
Descripción
The creation of the Asian Infrastructure and Investment Bank (AIIB) was one of the lasts movements that confirmed the new found place of People’s Republic of China not only as major exporter, but as a new pillar of the world economy. This instalment comes at a time where Asia and other powers come to terms not only of trove of opportunity out of incredibly robust economic ties, but the anxiousness from facing a new found rival for other powers, or the revival of old disputes in the eyes of neighbours. Beijing has ensured that its dominance upon the bank’s structure and decisions since this bodies often need a major power as guarantor of its functionality. Plus, other similar institutions have been relatively successful but no immune to criticisms and risks like decision-making deadlock out of diverging interests from constituents. To prevent this, the AIIB must be able to produce tangible results, grant a membership worthy of being universal, develop a set of core specific policies and prove to be able to adapt in wake of a traumatic situation. Despite of this, the bank has been in existence for little over a year and the fulfillment of the prior challenges remains to be seen.
La creación del Banco Asiático de Infraestructura e Inversión (AIIB) fue uno de los últimos movimientos que confirmó el nuevo lugar encontrado de la República Popular China, no solo como un gran exportador, sino como un nuevo pilar de la economía mundial. Esta entrega llega en un momento en que Asia y otras potencias llegan a un acuerdo no solo de la oportunidad de salir de los lazos económicos increíblemente sólidos, sino de la ansiedad de enfrentar un nuevo rival encontrado para otras potencias, o el resurgimiento de viejas disputas a los ojos de vecinos Beijing se ha asegurado de que su dominio sobre la estructura y las decisiones del banco ya que estos organismos a menudo necesitan un poder importante como garante de su funcionalidad. Además, otras instituciones similares han sido relativamente exitosas, pero no inmunes a las críticas y los riesgos, como el estancamiento de la toma de decisiones por intereses divergentes de los constituyentes. Para evitar esto, el AIIB debe ser capaz de producir resultados tangibles, otorgar una membresía digna de ser universal, desarrollar un conjunto de políticas específicas centrales y demostrar que puede adaptarse a una situación traumática. A pesar de esto, el banco existe desde hace poco más de un año y el cumplimiento de los desafíos anteriores aún está por verse.
La creación del Banco Asiático de Infraestructura e Inversión (AIIB) fue uno de los últimos movimientos que confirmó el nuevo lugar encontrado de la República Popular China, no solo como un gran exportador, sino como un nuevo pilar de la economía mundial. Esta entrega llega en un momento en que Asia y otras potencias llegan a un acuerdo no solo de la oportunidad de salir de los lazos económicos increíblemente sólidos, sino de la ansiedad de enfrentar un nuevo rival encontrado para otras potencias, o el resurgimiento de viejas disputas a los ojos de vecinos Beijing se ha asegurado de que su dominio sobre la estructura y las decisiones del banco ya que estos organismos a menudo necesitan un poder importante como garante de su funcionalidad. Además, otras instituciones similares han sido relativamente exitosas, pero no inmunes a las críticas y los riesgos, como el estancamiento de la toma de decisiones por intereses divergentes de los constituyentes. Para evitar esto, el AIIB debe ser capaz de producir resultados tangibles, otorgar una membresía digna de ser universal, desarrollar un conjunto de políticas específicas centrales y demostrar que puede adaptarse a una situación traumática. A pesar de esto, el banco existe desde hace poco más de un año y el cumplimiento de los desafíos anteriores aún está por verse.